12/1/12

Homenaje a amigos de Pastriz

A Francisco Sancho Ferrer y su esposa Mª Luisa Puértolas que nos dejó el pasado 31 de octubre y a quién queremos rendir a través de este blog sentido homenaje de cariño, respeto y admiración.

Conocimos a Francisco y toda su encantadora familia allá por el año 1967 cuando mi padre fue a ejercer su magisterio a Pastriz. Yo tenía seis años entonces, pero los recuerdos de lo vivido allí, permanecen en mí como si hubieran ocurrido ayer.

Francisco y María eran nuestros vecinos más cercanos ya que entonces ocupaba el cargo de administrador del Sr. Barón de Guiarreal. El afecto y la amistad surgieron con la misma rapidez y la misma durabilidad que más de cuarenta años después todavía permanece. No quiero olvidar a sus hijos José María y Sacramento y a sus nietos y biznietos.

Hoy recogemos aquí la faceta artística de Francisco, Paco, para todos nosotros. Reproducimos dos documentos en los que se hace referencia al buen hacer, afición, entrega y por supuesto, cualidades innatas de este excelente amigo.

Hay dos personas a quien no debo olvidar y que en buena medida son responsables de que haya llegado a nuestras manos este trabajo tan importante de recogida de datos sobre este y otros personajes tan importantes y que de otra manera podrían caer en el olvido.

En primer lugar, quiero referirme a "nuestra pastricera insigne", Mª Pilar Montorio, siempre en el mundo de la música, presidenta de la Asociación de Gaiteros de Aragón. Quiero recordar a su madre, Adela, recientemente fallecida y a quién nunca olvidaremos.

El segundo personaje es Luis Miguel Bajén, uno de los más brillantes músicos que hay en Aragón. Lo sigo “en vivo” a través del canal de Aragón en Alta Definición.

Los dos documentos que reproducimos son: el número 29 de la revista de la Asociación de Gaiteros de Aragón y el libro cuyo autor es Luis Miguel Bajén, editado por la Diputación Provincial de Zaragoza que se titula: "Músicas de la Tierra”.


Escrito de José María Sancho y familia
acerca de la figura de Don Daniel Salanova


Como muy bien dices, fue el año 1967 cuando mis padres tuvieron unos nuevos vecinos, Don Daniel y Doña Antoñita que, junto a sus hijos Ignacio y Víctor, entonces todavía pequeños, se establecieron en Pastriz donde Don Daniel vino a ejercer su magisterio.

Desde el primer día surgió entre ambas familias una amistad que para mis padres, para mí, mi esposa Sacramento y posteriormente mis hijos Alma María y Christian, ha supuesto un honor. Cuarenta años después, aunque nos veamos mucho menos que entonces, os seguimos considerando los mejores vecinos y amigos para siempre.

Todavía recuerdo las charlas que con Don Daniel teníamos casi cada día y no digamos con Doña Antoñita ¡Qué bien lo pasaba mi madre con tan grata compañía!. Don Daniel un estudioso donde los haya, me explicaba muchas cosas que me hacían admirarlo todavía más, me contaba sus vivencias y anécdotas, su gran conocimiento sobre el dance, etc...
Cuando desgraciadamente falleció, todos en nuestra familia nos llevamos un gran disgusto, pues perdíamos algo más que un amigo, pero por otra parte estábamos muy tranquilos porque a vosotros os quedaba una gran mujer, vuestra madre, y ella contaba con la compañía y el querer de sus dos hijos modelos, como sóis Ignacio y Víctor.

Y no quiero terminar este escrito sin deciros, y sabéis que lo hago de todo corazón, que es un inmenso honor para mi padre, mi esposa y mis hijos el contar con vuestra amistad y cariño y que ya sabéis podéis contar con nosotros, SIEMPRE. Estoy seguro de que desde el cielo, tanto vuestro padre como mi madre estarán orgullosos de todos nosotros.