Tenemos que potenciar el amor a nuestra Virgen de Tobed.
Dice la historia, que hubo un tiempo en el que era admirada por todos los pueblos de la comarca y fuera de ella. Tan grande era la devoción a Nuestra Señora, que venían en romería a postrarse ante el altar, a darle las gracias y a depositar sus presentes por los favores recibidos.
Esta devoción se fue deteriorando, hasta que hoy en día solo sigue presente entre nuestros vecinos que ¡Sí quieren a la Virgen! Sigamos potenciando esta devoción con amor hacia ella entre todos los que nos rodean.
Todo el año 2000 será para la Virgen y el pueblo de Tobed un gran acontecimiento, que hará historia. Se pretende dar a conocer todo el patrimonio de la iglesia tobedana, empezando por el icono de la Virgen, que data de 1400 y fue donado, como todos sabrán, por el monarca aragonés Martín I El Humano.
Tobed tiene una gran historia, en la que se dice que aquí estuvieron reyes. Los caballeros del Santo Sepulcro, a cuya Orden pertenecían todos los pelos del Valle del Grío, tuvieron aquí su residencia, y el Papa Benedicto XIII fue benefactor y mecenas de la Iglesia de la Virgen.
Nuestras generaciones no tienen historia pero si ponemos interés y nos lo proponemos, todas las vivencias que en sus narraciones nos hicieron saber nuestros padres y abuelos, debemos transmitirlas a nuestros hijos y nietos, para que esta cadena, eslabón a eslabón, aumente día a día y puedan saborear con orgullo, las generaciones venideras, ese patrimonio que con tanto amor nos legaron los antepasados.
Amar y ser amado es la suprema dicha de la vida.
Valero Máximo, emperador romano, dejó dicho que "Nada contribuye tanto a formar las buenas costumbres como el ejemplo del amor"
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